Neko

Vos mataste a Josecito?

9.3.06

Cuatro abrazos al dia para sobrevivir, ocho para mantenerse y doce para crecer.


(Esto es especialmente dedicado a Lu, que hoy estaba un poquito triste)

En este mundo alocado, laburamos muchisimo, al punto de estresarnos tanto que terminamos pagando psiquiartas y psicologos para que nos saquen la locura, en lugar de utilizar el tiempo libre y el dinero en relajarnos.
No digo que todos los laburos sean asi, pero muchos si.
Y hay gente, conozco mas de 3, que son bastante autenticas, que no soportan los "cliches" y que necesitan sentirse muy a gusto para trabajar bien.
Me ha pasado de salir llorando del laburo, llegar a casa con ganas de nada.
Hay que buscarle la vuelta, hay formas de sobrellevarlo, hay que pensar que es solo eso, un trabajo, salimos y hacemos nuestra vida. Y mientras estemos en algun lugar que no nos guste mucho, paciencia y tomarlo lo menso personal posible...

Aca, para quienes padecen el mal del trabajitis agudus con jefes rompes y soberbios, o malditos trepadores que amargan los dias, esto:


" Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también "
A partir de ahora, cero una cruzada mundial en contra del malestar en el trabajo.
Ya que hay que hacerlo para sobrevivir, les pido que dejen ideas, consejos o pequeños entretenimientos para sobrellevarlo mejor, como este, que es una huevada, pero me parece de lo mas divertido. (nota: es importante contar con parlantes o bien auriculares, el sonido lo es todo en este caso)
Que les sea leve y lo mas provechoso posible
y recuerden, es VIERNES!!

5 Algún comentario?:

At 10:26 p. m., Anonymous Anónimo said...

La Mesa Blanca - Alvar Aalto

La mesa blanca es enorme, posiblemente la más grande del mundo, al menos del mundo y de las mesas que conozco. De sólida construcción, con un tablero de más de siete centímetros de grosor, la mesa domina la sala más amplia de la casa familiar. Tal es su dimensión que se sientan alrededor doce ayudantes de mi padre -ésta es la escena que contemplé numerosas veces durante mi niñez-. (Los entonces llamados ayudantes eran realmente ingenieros que trabajaban de forma semi-independiente en casa, guiados por un colega con superior formación, suficientemente experimentado en esa complicada práctica). Así que ésos eran los ayudantes de mi padre.

La gran mesa tenía dos niveles. En el centro del tablero se esparcían los instrumentos de precisión: una regla de acero de hasta tres metros, un compás, un escalímetro, y otras cosas por el estilo. Junto a la mesa se reunían los ingenieros más jóvenes, entre los cuales se encontraban también señoritas de formación universitaria. Aquél era el centro del trabajo; pero, como ya he dicho, la mesa tenía dos niveles.

Yo fui el habitante del nivel inferior desde que comencé a gatear a cuatro patas. Parecía una espaciosa plaza, dominada tan sólo por mí. Después alcancé la madurez suficiente para mudarme al nivel superior, al mismo tablero de la Mesa Blanca.

Allí se dibujaban planos y mapas que reflejaban gran parte del territorio finlandés; tarea nada fácil, y que por aquel entonces no entendía. En ocasiones se ausentaban algunos ingenieros para hacer correcciones de campo en los grandes bosques y en las extensas tierras salvajes y, de esta forma me quedaba un pequeño sitio en la Mesa, donde también yo podía dibujar. Me trasladaron entoces al nivel superior. Supongo que así, a los cuatro años, también aprendí filosofía.

Aún me acuerdo de los lápices marrones, afilados y duros de nombre Eagley, y de los blandos llamados Koh-i-Noor. Aparte de los planos dibujados, también tenía a mi alrededor tinta china y acuarelas.

Pero, ¿qué es la Mesa Blanca? Un plano neutro, que puede decir lo que sea, dependiendo de la fantasía y capacidad del hombre. Es el más blanco de los blancos. No contiene ningua receta; nada obliga al hombre a hacer esto o aquello. Es una circunstancia extraña y única.

Una persona creativa dispone de un instrumento receptor sesible que le atrae e inspira aquello que ha de venir. Este instrumento aparece en el mundo en un contexto particular, determinado por la poca frecuente y afín combinación de la voluntad, el saber y la posibilidad de llevar a cabo pesamientos imaginativos.

La Mesa Blanca de mi niñez era grande; ha continuado creciendo y sobre ella he realizado el trabajo de mi vida.

 
At 10:28 p. m., Anonymous Anónimo said...

Breve relato...para Ele y para todos aquellos que tengan un pequeño tiempo para leer...

 
At 10:54 p. m., Blogger L said...

que lindooooooo!!
muchas gracias (Lu! ;) o me equivoque??)

 
At 7:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

huy que lindo!

 
At 8:52 p. m., Blogger L said...

Si, muy muy lindo.
De nuevo, gracias Lu por esto...

 

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